Feliz seas, cuando voltees al sol y sus rayos te den calor,
de luz que el día consume en noches pobladas,
de intrusos destellantes que te observan caminar,
mientras yo te pienso, sonriendo a alguien más.
Sueñame en la bruma, como yo te sueño a ti,
ilusión heterea que te haces presente;
buscame en momentos que no sean furtivos:
encuentrame en tu existir.
Y si las descabelladas ideas, de esta mente que te alucina,
fueran posibles como las casualidades,
aquellas que me dieron la oportunidad de entender,
que eres lo más próximo a la emoción que he podido conocer.
Te escribo constante, para no perder la esperanza,
de que esa pequeña muestra de separación espacio-temporal,
que se dio cuando nada de esto era posible,
sigue viva, dentro de mi, dentro de ti.
Alejandra Cárdenas
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