Es un árido despertar. La boca está seca, la piel casi muerta. Los ojos no miran, más que sol y arena. Los gigantes del desierto, te crean la sombra, te regresan el aliento. Tu rastro se pierde, tras una tormenta de viento. Los pasos son largos,calientes, pasivos, cansados. No hay lugar donde descansar. El destino, no es ninguno, no es otro, es este. El sindestino. Cualquier espacio, es el mismo lugar. Cualquier lugar, es a donde debías llegar. La lluvia cae de los ojos, hasta los labios. Las gotas resbalan por los ojos, hasta los labios. El aire es fresco, sopla hacia el sur. Y desde el sur viene mi alma, allá nació.